Dentro de las labores de mantenimiento que se deben tener en consideración en los edificios, es de vital importancia la revisión y reparación o rehabilitación, en su caso, de las fachadas.
Esto es importante dado que los elementos dañados en la envolvente, los que se encuentren sobre la vía pública, pueden provocar caída de cascotes o elementos dañados que se desprendan del soporte, dando como resultado, incidentes de gravedad que puedan causar siniestros incluso con víctimas.
Igualmente hay que considerar las cuestiones relativas a los patios interiores o fachadas traseras, dado que igualmente existen usuarios que en las plantas más bajas pueden verse afectados.
En todo caso, en muchas ocasiones, los daños que se encuentran no solo lo son a nivel de recubrimientos o revestimientos, sino que se encuentra afectada la estructura, como por ejemplo en los frentes de forjado de balcones, etc., y también en los empotramientos de barandillas y cierres de balcones o terrazas, que, en el caso de encontrarse dañados, deteriorados o disminuidas sus condiciones de resistencia, pueden comprometer la seguridad de los residentes en las viviendas de plantas altas, con el peligro de desprendimiento y caída de los elementos o los usuarios.
Todos podemos pensar que estas cuestiones solo ocurren en edificios con patologías graves ya detectadas, o edificios o casas que han sido construidos hace más de 100 años, pero la realidad es que nos hemos encontrado muchos casos en edificios de menos de 50 años, que no disponen de los adecuados planes de mantenimiento con patologías muy graves, desperfectos y desprendimientos que amenazan la seguridad de propios y terceros, que además de la falta de seguridad patente, se producen molestias y daños en el interior de las viviendas, debido a las filtraciones que se suceden.
